Más de un tercio de la población mundial depende de la leche, la carne, el agua y el aceite del coco, por sus nutrientes. Es, de hecho, una buena opción, pues los cocos son altamente nutritivos. Están repletos de fibras, vitaminas y minerales, y se los considera un alimento altamente funcional.
El aceite de coco ha sido usado en la medicina tradicional a lo largo de la historia de las poblaciones de Asia y del Pacífico, y a menudo se lo menciona como “la cura para todos los males”. Aunque es cerca de un 90 por ciento grasas saturadas, son buenas para el cuerpo.
El aceite contiene cerca de 50 por ciento ácido láurico, que ayuda a prevenir la alta presión sanguínea y los altos niveles de colesterol. Los ácidos grasos de cadena corta y mediana ayudan a regular la función de la tiroides y de las enzimas, y también colabora con la pérdida de peso.
El aceite de coco mejora el metabolismo y quita el estrés del páncreas. Esta maravilla tropical también mejora la digestión y aumenta la absorción de vitaminas, aminoácidos y minerales.
Conocido afectuosamente como “el fluido de la vida”, el agua de coco es una savia rica en nutrientes y minerales presente dentro del coco. El agua está protegido por la dura cáscara o corteza del coco, que ayuda a mantenerlo estéril y libre de hongos, parásitos o bacterias.
Numerosos países tropicales respetan al agua de coco por sus propiedades hidratantes y renovadoras. En algunos sitios tropicales, el agua de coco es el único agua potable disponible, y se sabe que ha salvado vidas.
La leche de coco, al igual que el aceite de coco, es rica en grasas saturadas; sin embargo, es una grasa saturada saludable que el cuerpo puede romper fácilmente y usar como energía y para otras funciones vitales. Esta leche cremosa, libre de lactosa, tiene propiedades antibacteriales, antifúngicas y antivirales, que impulsan el sistema inmune.
Investigaciones recientes también muestran que las poblaciones que consumen leche de coco presentan bajas tasas de enfermedad cardíaca. La leche, que se extrae de la carne del coco, tiene hierro, selenio, sodio, magnesio, calcio, fósforo, proteína, potasio, y vitaminas C, E, B1, B3, B5 y B6.
Ten cuidado de los peligros de la leche de coco
No todas las leches de coco son iguales. En nuestra cultura altamente procesada, le hemos hecho a la leche de coco lo que hemos hecho a una cantidad de otros alimentos nutritivos: la hemos híper procesado al punto en el que ya no tiene sus bondades naturales, y muchas incluso contienen algunos sorprendentes ingredientes dañinos.
Estas son sólo 3 cosas que pueden estar ocultándose en tu leche de coco:
Bisfenol – A
El Bisfenol-A (BPA) es un químico usado en el revestimiento de algunas latas de alimentos. Este químico se filtra a los alimentos que son ácidos, salados o grasos, tales como las leches, las sopas, los vegetales o los tomates.
El uso de BPA en nuestra sociedad industrial moderna se ha expandido notablemente, y sus efectos tóxicos ya no son un secreto. Un estudio reciente halló trazas de este químico en la orina de 93 por ciento de la población mayor a los 6 años de edad (no se analizó a niños menores).
Los científicos han sabido por años que los BPA causan daño genético en animales de laboratorio, y por mucho tiempo se ha creído que los niveles hallados en los humanos han sido demasiado bajos para duplicar este efecto, pero recientemente se halló que cantidades mucho menores que las de esos estudios de hecho pueden causan daño.
Los BPA han sido relacionados a cáncer, asma, diabetes, y deterioro del desarrollo neurológico. También ha probado impactar en la respuesta natural del cuerpo al estrógeno, llevando a una variedad de desequilibrios hormonales.
Para estar seguros, es mejor reducir tu consumo de alimentos enlatados, incluyendo la leche de coco enlatada. Un estudio publicado en Perspectivas de Salud Ambiental halló que familias que consumieron alimentos frescos por tres días y ningún alimento enlatado, y que tampoco usaron contenedores plásticos, presentaron un 60 por ciento de reducción en los BPA en su orina.
Goma Guar
La mayoría de las leches de coco enlatados tienen goma guar y, aunque no hay evidencia firme de que sea una seria amenaza para la salud, hay una posibilidad de que puedas tener sensibilidad a ella. La goma guar es una forma procesada del extracto de semilla de guar.
Se la usa como agente espesante en muchos alimentos, incluyendo alimentos libres de gluten, además de en bases farmacológicas. En grandes dosis, la goma guar ha sido relacionada en bloqueos intestinales y otras perturbaciones en la función digestiva.
Carragenanos
La leche de coco que se vende en cartones tiene carragenanos, un muy popular aditivo comúnmente hallado en los alimentos orgánicos. Es derivado del alga marina roja pero, desafortunadamente, el proceso usado en ellos los deja insalubres y refinados. Este aditivo es usado tanto en productos orgánicos como también en convencionales, regularmente.
Hay dos tipos de carragenanos, sin grado y de grado alimenticio. El carragenano sin grado no está permitido en su uso para los alimentos, pero sí lo está el de grado alimentico. La forma degradada de este aditivo ha sido procesada con ácido, y se la usa para promover la inflamación en los animales de laboratorio.
El carragenano de grado alimenticio es procesado con álcali, pero los investigadores se muestran preocupados por la naturaleza ácida del tracto digestivo que rompe los carragenanos, liberando peligrosas toxinas.
El carragenano se usa como un sustituto de las grasas. Espesa los alimentos no grasos o bajos en grasas, o se los usa en reemplazo de los lácteos. Puede hallarse en el requesón bajo en grasas y en lácteos de base vegetal.
También se lo usa como estabilizante de bebidas, evitando que los líquidos se separen. El carragenano no tiene beneficios nutricionales por su sola cuenta, y también se los usa en las carnes frías deli, en el pollo preparado, y en la salmuera en las aves pre-cocidas.
Complicaciones para la salud
“El carragenano tiene una particular estructura química, y la investigación ha mostrado que puede desencadenar una respuesta autoinmune innata en el cuerpo”, dice el Dr. Pradeep Dudeja, Profesor de Fisiología en medicina en la Universidad de Illinois, Chicago, que ha sido co autor en nueve estudios sobre los carragenanos.
“La respuesta autoinmune lleva a inflamación, que es una seria preocupación de salud pública ya que la inflamación crónica de bajo grado es un conocido precursor de condiciones de salud más serias, incluyendo enfermedad del corazón, Alzheimer, Parkinson, diabetes y cáncer”, agregó.
Las personas que consumen productos con carragenanos pueden desarrollar serias complicaciones de salud a largo plazo, debido a la inflamación constante y en aumento. Un reciente experimento rotó una menor tolerancia a la insulina, además de intolerancia a la glucosa, en ratones expuestos al emulsionante en agua. Con la diabetes en aumento, estos hallazgos son preocupantes.
Los carragenanos han sido relacionados a problemas gastrointestinales desde principios de la década de 1960. Abundan los trabajos publicados que sustentan los peligros del uso del carragenano de grado alimenticio como aditivo.
Como usualmente es el caso, los estudios independientes están en contraparte de los comisionados por la industria alimenticia. Los productores de alimentos sufrirían de enormes pérdidas si el carragenano comenzara a ser regulado.
Las personas que eliminan el carragenano de su dieta pueden notar una notable mejora en la salud, y una reducción de síntomas gastrointestinales como hinchazón, calambres y trastornos intestinales.
Haciendo tu propia leche de coco
Hacer tu propia leche de coco es una manera genial de asegurarte de tener todas las bondades y ninguno de los peligros de la leche comercial procesada. La primera regla para hacer tu leche de coco casera es elegir un coco maduro. Podrás saberlo tomándolo juneto a tu oído y agitándolo suavemente. Si oyes un sonido de líquido, el coco estará suficientemente maduro.
Ingredientes
- 2 cocos café
- 4 tazas de agua filtrada caliente
Preparación
- Usa un cuchillo afilado para perforar los ‘ojos’ del coco, y drena el agua a un bol.
- Abre los cocos usando un palote o un martillo.
- Retira la carne de coco de la cáscara, usando un cuchillo afilado. Quita las pieles café que puedan haber quedado adheridas a la carne.
- Pon la carne de coco en la licuadora junto con su agua.
- Agrega 4 tazas de agua.
- Pulsa hasta integrar todo muy bien.
- Filtra la mezcla usando una bolsa de tela para hacer leche de semillas, o un paño de muselina, y colecta el líquido en un jarro de vidrio.
- Exprime tanto líquido como puedas, y conserva la leche en la nevera.
-Vivir Saludable
Fuentes:
http://salsa3.salsalabs.com/o/50865/p/dia/action3/common/public/?action_KEY=10739
http://chicagotonight.wttw.com/sites/default/files/Carrageenan%20Report-March%202013.pdf
http://www.medicinenet.com/plastic/page4.htm#bisphenol
http://www.foodfacts.com/NutritionFacts/Flavored/Silk-Pure-Original-Coconut-Milk-05-Gallon/75794